Luego de varios días de haber sido víctima de la explosión del poliducto del barrio Villa Carola, de haber tenido que alejarse de sus amos y de estar bajo el cuidado de los miembros de la Fundación Mi Mejor Amigo mientras se recuperaba de las quemaduras que presentó, la perrita Mona ya tiene un nuevo hogar.
Al ser rescatada en medio de los escombros, Mona fue trasladada a la Fundación Mi Mejor Amigo de Dosquebradas, donde estuvo acompañada de otros 4 perros y 2 gatos que también resultaron afectados.
Su nuevo hogar
Mientras Mona evolucionaba satisfactoriamente al tratamiento que había sido sometida, en una vivienda del barrio Villa del Prado de Pereira, el menor de la familia, de 14 años, estaba pasando por un momento muy difícil, dado que su mascota cinco meses atrás se había perdido y aunque la buscaron por todos los rincones de la localidad, no lo volvieron a ver.
El menor de nombre Alejandro le pidió a su madre, Patricia García Montoya, que por favor le diera otro perro para cuidar, ante la situación una amiga de la mujer le informó que había una fundación que aunque no contaba con una sede tenía unos animales en adopción, ya que sus amos habían muerto en la tragedia de Dosquebradas o no los habían vuelto a ver.
García Montoya un poco indecisa llegó hasta el lugar donde tienen a los animales en compañía de su hijo y al ver a Mona la abrazó y no dudó ni un momento en decir que esa era el animal que quería llevarse para su casa, sin importarle que fuera una perrita criolla y que aún estuviera con rastros de quemaduras en una pata.
Aunque personas allegadas a García Montoya le manifestaron su inconformidad por adoptar ese tipo de animales, la personas que le diligenció todo el trámite para adopción le recalcó que la labor más bonita que una persona podía hacer era cuando se llevaba para su hogar un animal grande y criollo, puesto que eran los menos opcionales para ser adoptados.
Los demás compañeros
Ahora Mona está feliz porque en su nuevo hogar le brindan todo el cuidado necesario, mientras que otros perros no tuvieron su misma suerte. Caso por ejemplo del Viejo quien lamentablemente tuvo que ser sacrificado puesto que además de la afectaciones por la explosión, presentó problemas renales debido a su vejez.
Muñeca y Negro eran los animales de César Augusto Toro, pero como el hombre quedó damnificado, solo pudo recibir a Muñeca, mientras que Negro, quien requiere de cuidados especiales porque fue el que mayor grado de quemaduras presentó, será dado en adopción a una fundación en Bogotá.
Los demás animales han sido adoptados por personas que viven en Medellín o Bogotá y los demás se los han entregado a sus dueños.
Más mascotas
César Toro además de Muñeca y Morocho, tiene 2 gatos ciegos que fueron rescatados por la fundación pero tuvieron que ser atendidos por la protectora de Pereira, también tiene un perro enrazado con pitbull.
César Toro además de Muñeca y Morocho, tiene 2 gatos ciegos que fueron rescatados por la fundación pero tuvieron que ser atendidos por la protectora de Pereira, también tiene un perro enrazado con pitbull.