Cuando Alejandro Londoño González, de 24 años, salió la noche del jueves de su hogar para visitar a algunos amigos, jamás imaginó que se convertiría en la víctima número dos de las balaceras registradas en los últimos meses en el barrio El Balso del municipio de Dosquebradas.
Según versiones de testigos, el ataque fue perpetrado a las 9:15 de la noche del jueves cuando presuntamente dos hombres a bordo de una motocicleta y con armas cortas en su poder, llegaron hasta la calle 13 con carrera 23 donde se encontraba compartiendo un grupo de personas, y sin pronunciar palabra alguna les dispararon en varias oportunidades, y huyeron del lugar.
Durante la balacera resultaron heridos Diego Andrés Marulanda, Rodrigo Florez, Juan Carlos Galvis, Víctor Javier Hurtado y Wilmer David Romero; sin embargo Londoño fue quien recibió la herida mortal, pues el impacto de bala que se alojó en un costado de su cuerpo le costó la vida minutos más tarde cuando recibía atención médica en el hospital Santa Mónica de la localidad.
Equivocado
Según el testimonio de algunos vecinos del sector al parecer los hombres armados pretendían realizarle un atentado a Juan Carlos Galvis, conocido como ‘El Gago’, sin embargo esta versión es investigada por las autoridades.
Aunque los móviles del hecho aún son motivo de investigación, las primeras investigaciones indican que todo se habría tratado de un problema de control territorial entre el Balso y San Judas.
El relato de la progenitora del joven víctima cuenta que la noche de los hechos, su hijo salió de su hogar ubicado en el barrio El Corocito, y minutos más tarde recibió la llamada de una de las amigas del mismo donde le informaban que este había sido herido.
A la llegada de la madre de Alejandro al hospital fue informada que el impacto recibido por su hijo le había costado la vida.
La víctima
Alejandro Londoño oriundo de la ciudad de Pereira, vivía con sus progenitores, era el padre de un menor de 17 meses, y estaba dedicado a la comercialización de teléfonos celulares.
Los familiares de Londoño, el menor de cuatro hermanos, lo recuerdan como un hombre tranquilo, luchador y amistoso, que disfrutaba de compartir de sus tiempos libres con su bebé y su novia y madre de su hijo.
Las honras fúnebres de la víctima se llevan a cabo en la funeraria La Ofrenda, y será su entierro en la capital risaraldense.