

-copia.jpg)
-copia.jpg)
La tranquilidad que se vivía en el barrio La Pradera de Dosquebradas el pasado sábado se vio perturbada a las 9:30 de la noche, pues un joven de 21 años de edad recibió varios impactos de bala.
Según testigos del hecho, cuando Cristian Orozco Osorio estaba hablando con su hijastro, un hombre que aparentemente no levantó sospecha alguna se acercó y les preguntó por una dirección, pero con una leve sonrisa en el rostro sentenció el destino de Cristian, pues sacó una pistola 9 milímetros y lo hirió de gravedad.
Atentado
Cuando el sujeto mostró el arma Cristian intentó desarmarlo, en ese momento el sicario le disparó en tres ocasiones en el pecho. Intentado salvar su vida, Peto como le decían, corrió alrededor de un carro parqueado en las afueras de su casa y el homicida lo persiguió hasta alcanzarlo y le propinó dos tiros, más dejándolo gravemente herido mientras huía del lugar. Por otro lado el hijastro se salvó de las balas porque estaba dentro del carro y se ocultó en la silla del conductor cuando empezó la balacera.
En el mismo hecho también resultaron heridas María Eugenia Rodríguez de 47 años y Luz Estela Rodríguez de 46, quienes estaban en el antejardín de su casa cuando ocurrió el atentado.
Auxiliadas
Las mujeres corrieron a refugiarse al interior de la residencia pero fueron alcanzadas por las balas. María y Cristian fueron auxiliados por el joven familiar, quien los llevó hasta el hospital de Santa Mónica, allí los galenos no pudieron hacer nada por la vida de Peto, pues las balas destrozaron su cuerpo y murió minutos después. Por su parte María tuvo que ser intervenida quirúrgicamente pues una de las balas ingresó por la espalda y le perforó un pulmón, también presentó heridas en el brazo derecho y el tobillo.
Luz Estela llegó después al hospital, en medio de la confusión recibió un disparo que comprometió sus pantorrillas. La mujer fue auxiliada por un vecino que la llevó al centro asistencial para que recibiera atención médica. Ambas mujeres tuvieron que ser trasladadas hasta la capital risaraldense donde permanecen bajo pronóstico reservado.
Aunque la familia no comprende los motivos que tuvo el sicario para arrebatarle la vida a Peto, consideran que fue un intento de robo mal logrado, pues no tenía amenazas en su contra. Las circunstancias son materia de investigación por parte de las autoridades.
Cristian Orozco
De Peto se conoció que manejaba un camión al servicio de una empresa de confecciones del Municipio Industrial desde hace tres meses. Vivía con su compañera sentimental y su hijastro en el barrio donde ocurrieron los hechos.
“Era una persona decente y responsable. Amaba y respetaba a mi mamá”, agregó un familiar quien en medio del dolor le contó a este medio de comunicación que su pérdida ha dejado un profundo vacío en la familia, pues gracias a su serenidad y consejos Peto les ayudó a mejorar muchos aspectos de su vida.