En horas de la mañana, un menor de edad sufrió un accidente de tránsito en la vía que de Dosquebradas conduce a Pereira. El pequeño se encuentra en estado crítico en un centro asistencial de la capital risaraldense.
Los hechos se presentaron a las 11:30 de la mañana en la carrera 16 con calle 33 en la ruta antes mencionada que conecta con el Municipio Industrial; el lesionado se disponía a entregar la motocicleta con la que trabajaba como comerciante cuando chocó con otro vehículo.
Las personas que se encontraban en el lugar se percataron de lo sucedido al momento de escuchar el estruendo.
Según la información suministrada por los familiares del menor identificado como Cristian Felipe García Arbeláez, al parecer le había comentado a una persona que no quería ir a laborar el día de ayer, por lo que salió con un amigo a entregar el vehículo de trabajo.
Cristian Felipe al momento del accidente iba de parrillero. Presuntamente los ocupantes viajaban a gran velocidad por la vía y de repente chocaron con otra motocicleta. El golpe fue tan fuerte que el menor quedó con la masa encefálica visible.
Los dos vehículos quedaron tirados a un costado de la concurrida ruta que conduce al municipio de Dosquebradas.
En el hecho resultaron tres personas lesionadas pero García Arbeláez de 17 años quedó en estado crítico, con un trauma cráneoencefálico, trauma en el fémur y fractura en uno de sus brazos, según el parte médico.
ANTECEDENTES
Cristian, una de los lesionados, trabaja como comerciante en una motocicleta por las calles de la Perla del Otún. Vende acolchados, sábanas, entre otros elementos de consumo masivo en el diario vivir de las personas.
El menor estudiaba su bachillerato en jornada nocturna y se encontraba adelantando los trámites pertinentes para culminar esta etapa de su formación académica. Tristemente sus sueños de convertirse en profesional podrían verse truncados tras este absurdo accidente.
¿Quién era?
Cristian Felipe vivía en el barrio Los Naranjos con los progenitores y sus 2 hermanos.
Cuando era pequeño le hizo el quite a la muerte, pues superó la leucemia que lo aquejaba con tratamiento médico.
Ahora, viajaba frecuentemente a Bogotá a hacerse los chequeos pertinentes para combatir las secuelas de esta grave patología.
El Diario del Otún conoció que García Arbeláez era un apasionado por el fútbol, por lo que le gusta mucho practicar este deporte
