Stefanía Bedoya A
Periodista El Diario / La Tarde
A pesar que ya habían pasado dos horas de que estuvieran abiertas las urnas de votación, a una cuadra de los centros de sufragio en el barrio Frailes en Dosquebradas, se encontraban amigos , familiares y vecinos de más de 20 años de conocidos preguntando entre ellos, ¿ya va a votar?, ¿ya votó?. ¿Sí o Nó?, entre chiste algunos respondían, “ya voy es a botar la basura”, sonriendo los habitantes además discutían entre ellos cuál era la decisión apropiada para el país y qué había decidido marcar en el tarjetón.
El primero en dar su posición y negarse a participar en el derecho que tiene como ciudadano democrático para elegir, fue Bernardo Aguirre, un señor de 87 años de edad.
Según él su voto no es válido, “yo ya estoy muy viejo, si gana el Sí o el No, la violencia va a continuar, las Farc no son los únicos que hacen daño a este país, hasta los mismo políticos que tenemos se quedan con lo que les corresponde a los más necesitados”, aunque entre los vecinos que apoyan el Sí, le explicaban lo positivo de votar, el señor se negó a entrar a la institución educativa donde debía dar su sufragio.
En el mismo grupo estaba Yolanda Montes, quien dijo que hasta las 8:00 de la mañana que asistió a la iglesia cristiana a la que va, estaba decidida a decirle No al plebiscito, a pesar que el líder de la enseñanza les dijo que era decisión de cada uno votar por lo que quisieran, desde la palabra y enseñanza de Jesucristo estaba aplicar a la vida de cada ser humano la palabra perdón, y en este caso a pesar que algunas personas consideran que los integrantes del grupo armado no pagarán como lo exige la Ley colombiana, este caso podría ser diferente, “es tiempo de dar una oportunidad, vamos a ver qué pasa, pero hoy mi voto es por el Sí”, dijo animada la señora.
En el caso de Luz Mary Aguirre, quien vivió por más de 12 años en España, es importante participar en las elecciones y mostrarle a Colombia y al mundo que los colombianos quieren la democracia y a través del voto pueden elegir sobre las decisiones importantes del país, “al principio no entendía muy bien sobre la pregunta del plebiscito, si lo que quieren es que las Farc no esté más en el monte y asesinando, votaré que Sí”, afirmó.
En el encuentro había una pareja de esposos, cogidos de la mano señalaron que iban juntos para el colegio a votar, aunque llevan más de 10 años de casados y los dos no sobrepasan los 35 años de edad, él estaba decidido a marcar el no y ella el si, cada uno con argumentos diferentes aseguraron que era necesario votar para que el futuro de sus dos hijos fuera en paz.