Alejandro Ramírez Díaz de 49 años fue el hombre capturado y procesado por las autoridades de Dosquebradas, luego de que se descubriera que trabajaba y utilizaba a los niños del Municipio Industrial para sus aberraciones sexuales.
Según la minuciosa investigación, Alejandro tenía un negocio de pornografía infantil en el sector de La Badea de la localidad, el cual funcionaba a través de video chat, donde los clientes eran extranjeros.
Este hombre, quien habitaba en el municipio de Santa Rosa de Cabal, fue detenido en la carrera 19 con calle 8a., exactamente en el lugar donde estaba ubicado su negocio ilegal.
Autoridad
La Policía Judicial de Infancia y Adolescencia fue la encargada de llevar a cabo el proceso y al tener la orden de captura de inmediato se realizó la detención en la tarde del jueves, luego de hacerle un allanamiento a su establecimiento. En el operativo los uniformados se incautaron de dos computadores y en uno de ellos hallaron fotografías, al parecer, de menores de edad.
Este medio de comunicación conoció en la audiencia de garantías, que al parecer Alejandro se lucraba contratando adolescentes para que estos por medio de una pantalla y cámaras tuvieran contacto con personas de otros países y suplieran sus deseos sexuales.
Se presume que en el sitio había un menor quien supuestamente estaba trabajando con el investigado desde hacía cuatro meses.
Todo parece indicar que el pago que las víctimas recibían era de acuerdo a lo que el cliente les pidiera, por desnudarse tenía un valor, por tener sexo oral otro.
Lo descubrieron
A este sujeto se le acabó el negocio luego de que la madre de una de las víctimas lo denunciara, razón más que suficiente para iniciar el seguimiento requerido y recolectar las pruebas necesarias para investigarlo.
A las 12:00 de la noche del pasado viernes terminó la audiencia de garantías y en ella se dio a conocer que la legalización de allanamiento y captura duró cinco horas y luego la Fiscalía le imputó el delito de pornografía infantil, cargos que Alejandro no aceptó, sin embargo, fue cobijado con medida de aseguramiento intramural.